Si usted se esfuerza, lucha y trabaja en exceso para lograr que ocurran las cosas, no está siguiendo el fluir universal. Ejercítese preguntándose en tiempos de confusión: "¿Por qué estoy aquí (en esta situación, ahora)?" y "¿Qué le ocurre a mi vida en este momento?". Esté un tiempo serenamente con usted. ¿Qué sucede cuando se deshace de la ansiedad y el control?
Un empresario llevaba dos años trabajando en el desarrollo de un programa de software. Trató de establecer su negocio en un lugar y no funcionó, de modo que se mudó. Siguieron surgiendo problemas con la gente que contrataba y no lograba que el producto se comercializara. Volvió a mudarse y al cabo de variosmeses de complicaciones constantes de una u otra índole, empezó a preguntarse: "¿Qué hago aquí? ¿Será éste el trabajo que supuestamente debo hacer?".
En el fondo, sabía que había iniciado ese negocio únicamente para ganar dinero y tener tiempo de escribir un libro. Pese a lo doloroso que resultaba admitir que sus luchas de dos años no lo habían conducido hasta su meta, decidió dejar de lado su interés en el negocio. El alivio que sintió fue tan grande que se puso a escribir y terminó su libro en menos de tres meses. En este caso, se había concentrado en un medio para un fin y no estaba realmente en el fluir de su destino.
A veces necesitamos perseverancia para trabajar pese a los obstáculos, pero si libramos una batalla condenada al fracaso, algo no está en armonía.
Deje de hacer lo que está haciendo, especialmente si considera que no tiene otra opción. Si se siente encajonado e impotente, es probable que esté atrapado en una lucha interna que se manifestó en su mundo exterior. Abandónela. Pida ayuda. Acepte no hacer nada por un tiempo, o acepte no saber la respuesta ya mismo, La actividad más práctica es observar la belleza que hay a su alrededor y conectarse con ella para poder abrirse a las coincidencias y a los nuevos mensajes.
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