Ayer iba rumbo a casa..despues de escuchar la canción de Juan Gabriel que compartí ayer y me habia quedado una sensación como de asquito por dentro..muy rara…y no me sentia a gusto…asi que prendí el radio esperando despejarme…el dia estaba hermoso…el clima muy bonito y el trafico hermosamente despejado – asi que puse en automático el radio para que buscara estaciones…y de repente escuche un acorde conocido y ahí lo pare..para disfrutar de la que se ha convertido en mi canción favorita últimamente.
Estaba justo entrando a una calle recién pavimentada, hermosamente decorada con árboles y pasto sintético…sin trafico adelante..sin trafico atrás…el sol daba unos reflejos dorados muy bonitos a ciertas partes de mi campo visual…asi que raro, pero quite el clima, baje los vidrios y le subí mucho al volumen para poder cantarla a todo pulmón (si..me salió el código postal) y ahí iba yo…manejando y cantándole al amor de mi vida: Dios.
Hay tantas canciones comerciales que realmente son una oración cantada…y esta no es la excepción, es una perfecta oración para ese poder tan impresionante que ahí esta siempre..amándonos, solo que a veces no somos capaces de darnos cuenta.
Mi camino ayer me llevo a un semáforo, donde tuve que parar mientras seguía cantando literalmente a grito pelado y sentí que alguien me veía…voltee y era un señor de unos 70 años aproximadamente en un camioneton que me veía entre curioso y divertido..entonces sin dejar de cantar empecé a sonreírle y me dio mucho gusto que el me regreso una sonrisa enorme y levanto el pulgar como diciéndome “chido!” , solo incline la cabeza en señal de agradecimiento y vi que tenia verde y acelere para sentir el aire en la cara y en serio…iba completamente fascinada de poder sentirme de esa manera..tan viva…tan llena de amor y tan agradecida..no cabe duda..que el amor cambia y a mí? Me cambió para siempre.
Y por si tu quieres experimentar algo similar…te dejo la canción:
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